JUSTICIA PARA UN HOMBRE DE HONOR, MI COMANDANTE!

Un español, un hombre de honor, 42 años de servicio a España, sin miedos y exponiendo su pecho ante las tormentas, callado, disciplinado, curtido como hombre, como Militar. Sí, 42 años en las Unidades de Élite ascendiendo desde abajo, con el pulso del día a día y sin prebendas. Un hombre que no dudaría un instante en dar su vida por España, es más estoy seguro de que lo haría sonriendo al enemigo o ayudando humanitariamente al necesitado. Sonreiría al enemigo como diciéndole "SOY ESPAÑOL, AQUI ME TIENES, RETROCEDE TU QUE A MI NO ME ENSEÑARON LO QUE ES ESO. Capaz de dar su sangre por una causa justa, por todos y cada uno de nosotros. No nos lo echaría nunca en cara, al contrario seguro de que sería feliz. Con la conciencia de haber cumplido una vez más con el deber. Mientras los suripantas políticos golpean la Nación Española a golpe de talonario en Dios sabe que vicios privados, públicas virtudes, a este Caballero Español, Militar, Hombre de testículos inamovibles le están negando lo más básico: su más que merecido salario. Llega septiembre, los libros de los hijos, la comida, luz, gas, etc., y esa España a quien valerosamente sirvió y que juró defender hasta la muerte sin rechistar, se lo niega. La buena España no, los sátrapas que momentáneamente la dirigen. Le retienen sus haberes por falta de coordinación entre el Ministerio de Defensa y Hacienda, con lo que no podrá hacer frente a las necesidades más básicas de cualquier persona. ¿Así le pagamos sus sacrificios, desvelos y sobre todo su honor y nobleza? Son 42 años que se dicen pronto. Años duros, de hombría, de dificultades, pero sobre todo 42 años de Amor a España. Lo malo para él es que no tiene la suerte de ser un inmigrante, por ejemplo moruno, que seguro tendría subvención para todo. Todos estamos en deuda con él, yo el primero. ¡VIVA ESPAÑA!. La buena, claro. Es mi amigo, con su amistad me honra. No estarás solo a pesar de estos memócratas. Te juro que no estarás solo valiente Soldado Español. Me cuadro ante tí, con una inoportuna lágrima que se me ha escapado al escribir esto.