LOS TENISTAS Y LA CAPITANA GALA LEON O LA LIBERTAD DE ANACARSIS
Si viviéramos con más coherencia y menos
hipocresía entre hombres y mujeres yo no estaría ahora escribiendo estas
probáticas ringlas. Me refiero a la cantidad de quejas por que una mujer sea
Capitana de la Copa Davis. A fe mía que he leído reflexiones báquicas, cuando
menos. ¿Cómo va a entrar una mujer en el vestuario de los tenistas, siendo
hombres? Digo yo, por venir en decir algo que sin llegar a zurcir libidinosas
voluntades, que diría el bueno de Ayala, D. Ramón, lo más seguro es que lo haga
por la puerta de entrada. ¿Cuántos hombres dirigen equipos femeninos en todo
tipo de deportes? Claro que si entran en el vestuario serán envidiados por los
demás, pero si lo hiciera Gala León cuando menos sería una atrevida. ¡Hombre
no! Que ya somos adultos del Siglo XXI, y aun andamos de oxte en moxte, de
parergas y paraliponemas con el mismo tabú de siempre: el sexo; sobre manera en
esta España de “vicios privados, públicas virtudes”.
Que conste que no entro en
si es la persona más adecuada para capitanear la Davis, nadie soy para elegir
ni valorar sus merecimientos o aptitudes profesionales. Esto lo dirá el tiempo
y los resultados. Lo primero no es, a mí parecer, verla como mujer sino como
profesional y aún más: como persona. A partir de ahí sobran todos los demás
requilorios asinarios. Si seguimos así, de estas trazas y endechaderas, lo
próximo puede ser que tengamos que hacer como los habitantes la isla de Inis
Beag en Irlanda, donde los adultos deben vestir ropa interior durante el coito.
Difícil es luchar contra estas columnas de Briareo.
Bene quidem Gala León y mucha suerte en tu
cargo.
Beatus ille....
José Cuevas
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