CATHALONIAE

Dominada por los visigodos y derrotados estos tras el llamamiento al Imperio Omeya, derrotan al fiel y los musulmanes se hacen fuertes, con la única resistencia que se mantuvo en las montañas asturianas, concretamente en Cangas y en Covadonga.

La Marca Hispánica como se denominó. Invadida por los musulmanes como la mayor parte del territorio nacional, recuperada después gracias a la reacción carolingia, espoleada por Carlos Martel y más adelante por Pipino el Breve. Dados los carolingios a formar condados, tardaron en hacerlo en Cathaloniae.

El famoso Wilfredo el Velloso fue el primer Conde de Barcelona, también de Gerona. Formaron muchos condados, pero al final todos se unieron a la Corona de Aragón, bajo el gobierno de Ramón Berenguer ayudado por su casamiento con Petronila de Aragón.

Esto supuso que todo se fusionara formando el archiconocido Reino de Aragón. Sería bueno ahondar en el diplomatario real y en la Regesta, sin dejar de lado ni el Liber Feudorum Maior, ni tampoco el Liber Feudorum Maior Vicarium Cathaloniae.

No pasemos igualmente por alto el reinado de Carlos el Calvo ni tampoco el de Carlos el Simple (Carlos III). Reyes  de Francia y Emperador Carolingio el primero. Que lo llamaban “simple” por honesto, que no por idiota. No deja de ser olvidada la pleitesía del San Ermengo, Obispo de Urgel, jurando fidelidad al Conde de Ceredeña ni de las nobles mujeres como las Condesas Cecilia y Agneta tocadas con la típica cofia fajada.

Añadiría a esto les Mulasses con sus siete tomos, donde deja bien claro y patente la unión y fusión de Cathaloniae al Reino de Aragón. Los intereses de los Condados de Pallars y de Urgel querían proteger su independencia y como política de balanceo ora se apoyaban en Zaragoza ora en la ciudad condal. De acuerdo a su situación geográfica, Pallars, sobre todo el Sobirá, manifestó marcada tendencia hacia el oeste, en cambio Urgel y el Jussá alguna que otra vez, hacia el oriente.

Claro que Ramón Borrel, después de la devastación de Almanzor, llegó en sus embistes a alcanzar el Segre y aún el Ebro. Precisamente es a Berenguer I a quien compete la gloria de haber sido el primer caudillo que dejó hitos permanentes de estos valiatos. Ayudado en sus intenciones por el reyezuelo de Lérida que le entregó el castillo de Camarasa, luego siguieron el de Cubells, Cervera y Tárrega y las conquistas de Esopanyá, Puigroig, Canyelles Tamarite, Zaidín en incluso la roca de Mireavet en la Barbitania, sita in extremis finibus Marchiarum iuxta Hispaniam, (situado en las fronteras más remotas de acuerdo con España)

Ni que decir tiene que con los Reyes Católicos los catalanes lucharon y se unieron a brazo partido. Cuando fueron invadidos por los franceses, bien que resultaron ayudados por los soldados reales españoles. Dejando aparte y con intención la Guerra Napoleónica, el reinado de Isabel II, aparecen los primeros nacionalismos catalanes por el año los años 1700 en adelante.

Y ahora una minoría nos quiere hacer creer que Cataluña no es España. Desde lejos vemos a los catalanes como colectivo de independentistas. Inexcusable error el juzgar a millones de personas por las voces de cuatro ignorantes e interesados. Los catalanes son españoles y además en su inmensa mayoría, quieren serlo y lo son de verdad.

Bastante ridículo que hicisteis en las pretendidas y amañadas urnas independentistas. Ahí se vio claramente que los catalanes no son como pretenden estos heresiarcas, independentistas. No lo son, no.

Sacramentalis conditio ultimae voluntatis incliti Raimicndi, comitis Barcinonensis ac p1'incipis Aragonensium, filii eiüsdem. Comitis

No renegar de quien os ayudó y a quien bien servisteis, ni de la unión de España. Catetos ninfómanos de la independencia, dejad libertad a los Catalanes, que son hijos de España. Españoles al cien por cien.

José Cuevas,