LAS CRITICAS: REALES Y VIRTUALES
Anímame, no me critiques, ¡por favor!
Vaya por adelantado que yo seguro soy el que más errores y
vicios tiene. Son humanos, no es disculpa, pero vale como farsa, también como
introducción a modo de soflama de este común ser que hoy os escribe. Despojado
de vulgares harapos. Tal cual.
Realmente se
trata de personas expertas en encontrar fallas y errores sin importar cuán
pequeños o grandes sean. Centran toda su atención en ellos. El resultado de esa
actitud tan nociva es todo, menos aprovechamiento y la mejoría de la persona.
Más bien, los escritos y las palabras hirientes laceran y lastiman afectan la
autoestima, y agotan emocionalmente. Además ¿de qué te sirven?
El exceso de
palabras críticas no se produce en el corazón del sabio. La persona que juzga a
los demás no tiene reputación de ser certera ni justa. Es un crítico que se
sienta en una silla elevada sobre los demás, sin haber sido invitado y se la pasa
gritando: “¡Mira, mira, mira ese lo que dice, jejejeje!” Esas llamadas de
atención no son apropiadas ni apreciadas. "Pero tú, ¿por qué juzgas a tu amigo
virtual? O tú también, ¿por qué lo menosprecias? Quien critica tiene una
actitud excesivamente negativa y emite juicios con rudeza, a veces sin ton ni son. La palabra en
español que se traduce "crítica" proviene del término griego kritikos, que significa "capaz de
discernir o juzgar”. La crítica tiene significados diferentes emitidos sobre
ellas.
Crítica
negativa. Censura, murmuración. La persona criticona tacha a los demás
encontrando sus faltas, resaltando pequeños detalles, haciéndolo con regularidad,
molestando y quejándose de la cosita más común o vulgar. Después pones “me
gusta”.
La palabra
animar significa literalmente “ayudar a otra persona a ganar confianza”. Debería
de existir en Facebook el “no me gusta”. Así por lo menos podríamos discutirlo
y aprender unos de otros, intercambiar criterios o puntos de vista diferentes.
Así se aprende de verdad.
En griego, la
palabra que se traduce “animar” es paraklesis,
que significa "llamar al lado de” para dar ayuda, consuelo o
consejo". Cualquier persona puede ser criticona si sólo se enfoca en las
faltas ajenas. Nadie puede decir que no tiene faltas, así que cualquier persona
criticona puede justificar el uso de palabras condenatorias con los demás. Sin
embargo, la tendencia de una persona a resaltar aquellas faltas banales, le
impide ayudar a su prójimo a cambiar y mejorar. No puede prodigar la ayuda. “Hay
personas cuyas palabras son como golpes de espada; mas la lengua de los sabios
es medicina".
Intenta ridiculizar a los demás "quien carece de entendimiento menosprecia
a su prójimo; más la persona prudente calla". Confronta a los demás en privado.
Responde con dureza cuando se te acusa de algo “Ciertamente la soberbia concebirá
contienda; mas con los avisados está la sabiduría”. Un antiguo adagio dice: “A
las personas no les importa saber cuánto sabes, sino cuánto te interesan”.
Un espíritu
criticón no surge de la nada. Entonces, ¿de dónde proviene? Si conoces gente
así, trata de entender su pasado. ¿Qué habrá producido esa actitud en ella? Y,
¿qué hace que lo siga haciendo hasta el día de hoy? Después de todo, los niños,
"aprenden más por lo que ven que por lo que se les enseña".
La burla dice:
"Eres despreciable y mereces el maltrato ¿Piensas en secreto que eres
mejor que los demás? ¿Concibes ideas acerca de otros sin conocer la verdad? ¿Bromeas con la intención de lastimar a
alguien? ¿Usas el sarcasmo para burlarte del prójimo?
¿Alimentas tus tendencias perfeccionistas para aparentar ser mejor que los demás?
Criticar a
alguien nos hace sentir importantes, nos da una sensación de poder, al menos
momentáneamente. Pero ese sentimiento no es duradero, ciertamente que no.
Axioma erróneo: "Mi
significancia (significado y propósito) en la vida mejora cuando demuestro que los
demás están equivocados. El hecho de demostrar que ‘yo estoy bien’ justifica
que critique a los demás".
Axioma correcto:
Cuando critico a los demás, lo único que hago es enjuiciarme a mí mismo. Es evidente
que Dios piensa que soy lo suficientemente importante como para haberme creado
con un plan y propósito en mi vida. Es parecido al humor, “la capacidad que uno
tiene de reírse de sí mismo”, pero en mefistofélica versión.
La lengua es
pequeña pero puede ser poderosa, ser peligrosa como chispa de fuego,
que puede encender un bosque, ser un mal incansable, como un veneno mortal, puede bendecir y criticar
a los demás al mismo tiempo, puede ser el instrumento para revelar la impureza
del corazón.
Un amigo/a que
te anima posee un corazón humilde, que reconoce sus propias
debilidades. Posee un corazón compasivo, que se interesa de manera activa
en la vida de los demás. Tiene un corazón comprensivo que aprende y
se acerca al de los demás. Rehúsa a convertirte en un criticón
farisaico. Los fariseos encontraron faltas hasta en el perfecto Hijo de Dios.
En lugar de
juzgar la acción inapropiada de otra persona, trata de entender la necesidad
que manifiesta detrás de su forma de actuar. Reconoce que la gente que usa palabras
hirientes revela que al menos tiene una de las siguientes necesidades: amor,
significancia (significado y propósito) o seguridad. Entiende que la gente no
siempre quiere decir lo que dice.
La naturaleza
humana dicta que paguemos “con la misma moneda" a los demás: maldición por
maldición, ofensa por ofensa. Amigas y amigos, gracias por haberme aceptado aun
cuando fallo, que es la mayoría de las veces. Mi "naturaleza humana no me dicta, de momento, aquello. No hay ofensa,no quien quiere ofende. Sólo quien puede.
Olvida un antiguo desacuerdo. Examina tus exigencias para con los demás. Aprecia la belleza de la naturaleza,
que en ella está la sabiduría. La vida son cuatro días mal gastados.
Con mi mayor
afecto,
José Cuevas,
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