POBRES O RICOS, PERO IDIOTAS.

Cada uno en este territorio Ibérico, en Hispania (tierra de conejos, que la llamaban), en España, vamos. Es que viendo y leyendo lo que se lee a diario debo confesar mi enfermedad crónica: la asomatognosia. Ya no se ni dónde estoy o si aquello que se ve a lo lejos son molinos de viento y todo es producto de mi febril enfermedad que va a mayores. Voy a pensar que sí, hasta que me tope con los molinos de viento y palpe yo que no eran gigantes.

Pues me entero de que la Generalidad de Cataluña, que tantos recortes hace en lo más básico del ser, de las personas: el derecho a la sanidad, acaba de subvencionar con más de un millón de euros a la Selección Catalana de Dardos. ¡Bien, cogno, bien! Esto es demencial, de ahí mi estado, que pasa entonces a ser natural. Es decir, en una Región o Comunidad Autónoma donde se cierran Hospitales, se prescinden de médicos, enfermeras, etc., resulta que coetáneamente se subvenciona un deporte como “El Dardo”, pasando del millón de euros. 

Y todo ni más, ni menos porque hay una Selección Catalana de Dardos, que si la hubiera de la reproducción del lamelibranquio, igual que les valdría. Sobre todo si es catalán, como si esto no fuera también ser español. Claro que hace unos meses rechazaron bajarse el 20% del sueldo los altos cargos del Parlamento Catalán. Ahora proponen un 50% de rebaja en las pagas extras de los empleados sanitarios catalanes. Eso sí que echarle caradura a un asunto tan delicado como es el déficit.

Bueno, tampoco nos extrañemos de nada, con todos los respetos que desde lejos le debería de tener a “La Diada”, en ella no se recortaron gastos, y es que todo lo que sean políticas identitarias, les pone, vaya que sí. Mientras los sueldos de los Consejeros del Consejo Audiovisual de Cataluña, quedan en unos “pírricos 100.000 Euros”, más bien más que menos, al año. Consejeros de las 41 comarcas catalanas, se llevan casi 700 millones de euros. Esto debe de ser imprescindible. La sanidad no, por lo que vemos.

Lo de Carod Rovira, “colocado” de asesor en un Hospital o similar, por el módico sueldo de 6.000 euros al mes, no tiene parangón. ¡Topéme pues con el gigante! Pero si es cierto, el Carod, carota él, es ASESOR DE HOSPITALES, el de Santa Tecla de Tarragona. Y a continuación, la pregunta brota sola: ¿En qué disciplina sanitaria estás apto para asesorar José Luis? ¡Ver para creer! Yo me pido también la muñeca chochona de la tómbola. Por si cuela, claro.

Mas no nos quedamos ahí, los gigantes eran realmente jayanes, pero sebosos. Ahora nos sorprende la Sinde, la del “Ministerio de Cultura”, ha destinado más de un millón de euros para festivales de cine, muchos de tipo gay o lesbianas. Maricones y tortilleras que decíamos de chavales. Lo de gay como que no me lo acabo de aprender bien. Ya lo vienen haciendo en Elche desde hace tiempo. ¿Igual necesitas una buena relación homosexual? Uno de los carteles “informativos”, que reza de esta guisa. ¿Es que se hace preciso o imprescindible hoy en día ser maricón o lesbiana?

Además que tengan que subvencionarlos, veo en ello un insulto hacia los propios subvencionados. A menos que se quiera erigir la homosexualidad como una etapa más en el quehacer cotidiano. Tan normal como dormir. Pues seré muy antiguo, pero con el mayor respeto, opino que la homosexualidad es una anormalidad. No que sean anormales. Quiero decir que lo normal es ser heterosexual. Los que me indignan, son los plumíferos del arco iris, esos que se menean como loquitas. Me dan asco y revoltura. Igual me ocurre con las mujeres hombrunas que parecen sacadas de un rodaje del Oeste. No hacen falta tantas alforjas para ese viaje, creo yo.

Los demás, que cada uno utilice su cuerpo e inquietudes como mejor provecho saque de él, siempre que esté en paz consigo mismo y no moleste al prójimo. Pero por favor no hagamos de un maricón o de una lesbiana, no hagamos de los homosexuales en general un icono de la virtud ni un ejemplo constante a seguir.

Ahora termino con la pregunta de inicio, ¿Somos ricos o pobres? Que lo digan los economistas y personal más avisado. Lo que si estoy seguro es que somos idiotas. Me incluyo y rápidamente, con permiso, me excluyo, si puedo y me dejan, claro.

José Cuevas,