DESDE ALLÍ MISMO, INTERIOR DE ESTADOS UNIDOS.
Transcribo literalmente la experiencia vivida en E.E.U.U. por Edu, un conciudadano "moscón" Asturiano, Español:
"Hace diez años del acontecimiento
que cambió la vida de los americanos y de alguna manera la vida del resto del
mundo, porque al final los atentados terroristas del 11 de septiembre acabaron
afectándonos a todos.
Lo primero que te quiero comentar
es el significado de la fecha. En la lengua inglesa cuando se escribe la fecha
siempre va el mes / el día / y el año. Así que la fecha fatídica en EEUU es
9/11 (nine eleven). 911 es también el número de emergencia para llamar a la
policía, es como en España el 091. 911 es el primer número que se enseña en las
escuelas porque si un niño está solo en casa y hay una emergencia, como un
incendio o un accidente (ese número corresponde a la policía, los bomberos, los
servicios sanitarios de emergencia) tiene que saber marcar ese número para
pedir auxilio.
Ahí está la broma macabra, los
terroristas escogieron una fecha para atentar contra los americanos que
coincide con un número que sirve de auxilio a los americanos. ¿Tú crees que
esto fue una coincidencia? No te imaginas de cómo se ha especulado sobre este
tema en este país.
Bueno, ahora, la hora de la
verdad. Era el año 2001 y yo estaba viviendo en Silicon Valley, concretamente
en la ciudad de San Jose, que está a 50 minutos de San Francisco. Por aquel
entonces yo compartía piso con otro maestro de Barcelona porque trabajábamos en
el mismo distrito. Recuerdo estar haciendo el desayuno sobre las 7 de la mañana
y de repente suena el teléfono, era otra compañera, Sandra, llamando para que
pusiéramos la tele donde estaban dando noticias en directo y una de las torres
gemelas se veía incendiada.
Cambiamos de canal y de repente
vemos cómo un avión atraviesa la segunda torre y nos quedamos con la boca
abierta. Era como ver una peli de estas de acción...pero eran las noticias en
directo. 5 minutos más tarde suena el teléfono y son mis padres que han visto
lo mismo por la tele y quieren saber cómo está todo.
La verdad es que en aquel momento
no reaccionamos, era una cosa tan surreal que no dábamos crédito.
Recuerdo haberme marchado a
trabajar todavía con las imágenes en mi cabeza y al llegar al instituto donde
trabajaba por entonces...allí comenzó el pánico. Hubo una reunión urgente donde
la mitad del profesorado estaba llorando y muy exaltado.
La directora nos convocó porque
como profesores somos también trabajadores estatales y tenemos responsabilidad
cívica en caso de emergencias, es decir, si existía la posibilidad de un ataque
había que saber cómo evacuar a los alumnos y había que estar organizados en
caso de tener que asistir a las familias.
Imagínate, a mi aquello me sonaba
más a película que las muchas películas que había visto.
Muchos de los estudiantes no
acudieron al instituto ese día, pero teníamos que dar clase a los que sí habían
venido. Recuerdo que el distrito de San Francisco cerró todos sus centros
porque SF era una de las ciudades en el punto de mira de los terroristas.Pero
yo tuve que estar en mi puesto de trabajo.
Fue a mitad del día cuando
comencé a tener miedo de verdad, y no por lo que había pasado en NY, si no por
lo que comenzó a pasar aquí en California y en todo el país. Lo primero el país
se cerró como una cárcel donde nadie podía ni entrar ni salir. No había manera
de que la policía te dejara circular ni siquiera a otra ciudad. Si estabas en el
trabajo existía la orden de volver a tu casa y no pararte con el coche en
ningún sitio. Las calles estaban llenas de policía y repentinamente las casas
se llenaron de banderas americanas por las ventanas.
Recuerdo haber recibido un e-mail
en el e-mail interno del instituto que me puso los pelos de punta y venía de
una de las profesoras de sexto grado. Era una bandera americana ondeando y
debajo decía "United We Stand" (Estamos Unidos), que es un poco un
juego de palabras con United States (Estados Unidos) y luego escribía una
parrafada sobre los valores de ser americano y defender la nación americana
contra los enemigo y extranjeros.
Recibir algo así da bastante
miedo porque yo era un extranjero y todo el que fuera diferente era una amenaza
para ellos.
La primera semana fue bastante
mala, vi cómo en las tiendas de propietarios árabes, indios o simplemente de
gente de tono de piel moreno, eran atacados por los borregos de la gorra y el
bate de beisbol. Muchas tiendas tuvieron que tener protección policial contra
estos desaprensivos.
Recuerdo que el tercer día en la
escuela, una de mis mejores compañeras ( a la que yo cariñosamente llamo mi
madre americana ) me dijo que debería afeitarme la barba porque mucha gente,
por mi aspecto físico, creía que yo era de origen árabe y que estaba preocupada
por si me atacaban en la calle. Que de hecho tuve que marcharme por patas de
una tienda cuando vi llegar a unos cuantos cabezas huecas con bates de beisbol
amenazando a la gente.
Fue todo muy kafkiano o mejor aún
muy chapucero e ignorante. Aquí hay gente que no conoce nada más allá de
América, que si les preguntas dónde está Alemania no tienen ni idea, mucha
gente cree que España está en Méjico así que eso ya te puede dar una idea de la
ignorancia de mucha gente. Por supuesto esos son los más exaltados y los que
más defienden su país cuando algo así ocurre.
Todo llegó hasta el punto de que
yo estaba pendiente de un cambio de visado y ya había recibido la aprobación,
para que una semana después del 9/11 me llegara una carta gubernamental
informándome que mi visado estaba denegado por motivos de seguridad y no se
podía renovar hasta que la situación se normalizara.
Lo más impresionante fue ver en
todas partes los carteles de "United We Stand" (Estamos Unidos) y las
banderas por todas partes, en los coches, en las ventanas, en las camisetas, en
los balcones, como ropa. Ya sabes, a rio revuelto, ganancia de pescadores.
Muchas tiendas hicieron el agosto vendiendo banderas, pendientes en forma de
bandera, broches de banderas, camisetas con banderas, zapatos de banderas,
hasta calzoncillos de banderas.
La gente aquí tiene la bandera
como un símbolo de orgullo y en las clases tenemos la obligación de tener una
bandera colgada. Yo había visto mucha gente vestida con ropa con la bandera
impresa pero en el 4 de julio, día en que se celebra la independencia
americana. Pero este arrebato de banderas o de vestirse con los colores de la
bandera (rojo, blanco y azul) nunca lo había visto hasta entonces.
Con el tiempo he conocido a gente
que vivió la tragedia en primer plano, que estaba en esas torres cuando fueron
atacadas. Esta gente tiene unas secuelas hasta el punto de que nunca más
pusieron un pie en Nueva York. Tuve un vecino que lo perdió todo en ese ataque
terrorista. No pudo volver a trabajar debido a que no podía dormir, estaba en
tratamiento psiquiátrico y comenzó a abusar de las drogas, hasta que tuvo que
meterse en un grupo de terapia y dejar su apartamento y toda su vida anterior
para huir de su pesadilla diaria.
Parece todo muy exagerado, pero
la gente que lo vivió en vivo y en directo, diez años después, aún tiene secuelas
y es lógico que las tengan.
Al principio te decía que esto
cambió la vida de los americanos y también la del resto del mundo. Ya sabes
cómo han cambiado las medidas de seguridad en los aeropuertos, todavía hoy,
diez años después, para entrar o salir de este país siguen mirándote con lupa.
Las colas de seguridad son
enormes, te miran por máquinas que te ven absolutamente desnudo, no puedes
pasar ni un sándwich contigo en tu mochila, la pasta de dientes tiene que ser
de un tamaño determinado, nada de líquidos, etc. Volar se ha convertido en la
pesadilla de la cola de seguridad. Vale más llegar 4 horas antes al aeropuerto
que llegar 2 horas antes y perder el vuelo por culpa de los registros.
Todavía tuve problemas en el
aeropuerto de Paris el mes pasado cuando regresé a SF porque en mi mochila
tenía mi iPhone, dos iPod y mi cámara de fotos y no los saqué para una bandeja.
Me dieron la vuelta en seguridad por intentar pasar "aparatos
electrónicos" que no habían sido mostrados al agente de seguridad y, bueno,
tuve que vaciar toda la mochila porque quién sabe, igual tenía una bomba
dentro.
Así que con esto ya te lo cuento
todo, el antes, el mientras y el después.
Un abrazo desde San Francisco,
Edu,"
Poco me queda a mi por decir, después de leer esto. Quizás un montón de dudas que me surgen sobre el atentado. Pero eso sería otra historia.
José Cuevas,
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