IBERIA: LA DESHONRADA MAS HONRADA.
En una brillante maniobra militar Viriato consigue acorralar a Serviliano y arrancar un acuerdo de paz a cambio de la vida de Serviliano. Los romanos reconocen a Viriato como dux (líder) de los lusitanos y le otorgan el título de amigo del pueblo romano. Dux lusitanorum, por tanto.
Fue
seguro el guerrero más representativo frente a la expansión del Imperio Romano
en Iberia: el lusitano Viriato, que en toda la península Ibérica impuso
resistencia a las tropas romanas hasta que fue vilmente traicionado por algunos
de sus propios hombres: Áudax, Ditalco y Minurus. Estos, cuando marcharon a
cobrar su traición ante los romanos fueron contestados con las conocidas palabras
: “Roma no paga a traidores” y, posteriormente, fueron ejecutados.
Pues bien, en la actualidad, este mismo hecho histórico es muy
descriptivo de la situación presente de España. En donde, por un lado tenemos a
las masas équidas (color marrón o negro más bien) del sistema
liberal-capitalista parlamentario y, por otro, a un pueblo desvalido que mira
hacia otro lado cada vez que se comete un injusticia, debido, sobre todo, a su
falta de compromiso, miedo y su adoctrinamiento por papá Estado. Derivaciones
netas de relativismo hegeliano, claras, meridianas y taxativas. Donde se ha
creado y establecido que lo natural es que el Estado, cubra todas nuestras
necesidades. El Estado del bienestar lo llaman. ¿Bienestar de qué? El mayor
bienestar que puede tener una persona es una familia, un trabajo, unos ideales
comunes, compartidos con los vecinos y un territorio común en qué asentarse:
una Nación, vaya. Así, esa persona crece en espíritu, en sublime asentamiento
mortal e inmortal, donde las tradiciones sean veneradas y no humilladas, pasadas
de moda.
Hay cosas que no pasan de moda, te recuerdo que de pequeño eras un
espermatozoide o un óvulo, la suma de ambos. Esto sigue igual, seas progre o
pijo, moderno o anticuado. ¿No ves que hay cosas que nunca se podrán romper? Es
parte de nuestra misma naturaleza, de nuestro propio ser y estar.
Ahora que te has enterado, vas y lo cascas, cachazudo lector. Peleas ya
superadas que recuerdan las zorrillescos y sagastorros que diría Proteo
Liviano, de donde Benito sacó su “Tito”.
El Viriato del siglo XXI es esa Iberia idealista, capaz y luchadora que
sin complejos quiere a todos y todas sus habitantes con sus diferencias que, en
vez de diferenciar, sirven para enriquecer. Y los traidores son aquellos
gobernantes que, por un puñado de votos, quieren seguir en el poder por
perpetuidad sin que les importe lo más mínimo su pueblo, y mucho menos España,
Iberia.
¡Hagamos un bello maridaje entre lo preventivo y lo represivo! Bien, “Tito”,
bien, lo has clavado al final de la noche con Graziella, también la deshonrada
más honrada como ella misma se atribuía sin rubores de la época. De ahora
tampoco.
Hemos pensar de este pueblo lo que él mismo cantaba del Cid al verle errar
por campos de Castilla, desterrado de Burgos:¡Dios, qué buen vasallo si ovierá
buen señor!
En otro lugar están los romanos que en el 2011 serían aquellos
individuos que en vez de ser iberos, quieren ser romanos (separatistas). Estos,
debido a su falta de solidaridad y principios quieren separarse del resto de
vecinos para pertenecer a Roma, a nadie ni a nada, en busca de un fantasma: su
propia sábana que arrastran.
¡Ay de ti heteróclita España!
Los traidores (partitocracia), debido a la poderosa influencia de los
romanos, hacen lo que ellos digan con tal de tenerles contentos y seguir
gobernando, aunque a su pueblo le cueste la vida.
Todo esto, tanto en el año 139 a.C. como ahora en el siglo XXI, año
2011, se le llama de una manera, tan sólo puede tener un nombre: traición.
¡Qué cosa más sencilla, ¡Vive Dios!, y qué facilísima dificultad!
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